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¿La miel engorda? Quién no se ha hecho esta pregunta mientras degusta una buena cucharada de miel. Os damos una pista: la miel está compuesta en un 80 % por azúcares como la fructosa y glucosa. Comparativamente con el azúcar blanca, cuyo contenido de azúcares es del 100 %, aportaría menos azúcar la miel al organismo.
Se trata, obviamente, de un alto porcentaje de azúcares en su composición. Sin embargo, además de un menor aporte calórico respecto al azúcar corriente, la miel tiene una serie de propiedades que la hacen mucho más conveniente en su uso diario que el azúcar corriente.
La miel es saludable
Una de sus propiedades fundamentales es que su elaboración, por parte de las abejas, es totalmente natural. Otra de sus propiedades es que además de una composición de azúcares y agua, también tiene una serie de nutrientes tales como antioxidantes, enzimas, vitaminas C y B, y minerales como el magnesio, potasio, calcio, hierro fosfato, azufre o cloro. Y que son muy beneficiosos para nuestro organismo. En resumen, no sólo aporta calorías.
Otra particularidad de la miel es que tiene un poder endulzante mayor que el del azúcar. O sea, que con una menor cantidad de miel, se consigue endulzar más que con una cantidad similar de azúcar. De esto se deduce que se necesitan menos calorías, gracias a la miel, a la hora de endulzar nuestros postres, zumos, infusiones, etc..
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¿La miel engorda?
A la pregunta si la miel engorda, y atendiendo al alto porcentaje de azúcares en su composición, por supuesto que sí engorda si no se consume con moderación. De hecho, la OMS recomienda no sobrepasar el 5 % de la ingesta calórica diaria por azúcares libres, incluida la miel.
Así pues, la conclusión que extraemos es que el consumo de la miel es saludable siempre que se haga con moderación. Al fin y al cabo, como la mayoría de los placeres en esta vida 😉.
Nos leemos en el próximo artículo!
