Esta aceituna es típica de las provincias de Lérida y Tarragona, y se ha expandido mucho en otros territorios como Andalucía, por ejemplo. Las razones de esta expansión son una gran adaptabilidad a otros terrenos y una alta producción y rendimiento. De hecho, son numerosas las plantaciones superintensivas de este tipo de olivo arbequino las que se cultivan en estos territorios donde antes no habían aceitunas arbequinas.
La principal característica del aceite virgen extra arbequina es que entra dulce en boca, además de ser muy suave.
El picor y el amargor no son su característica. En cualquier caso, si picase se atribuiría a su reciente extracción o bien al hecho de haberse recogido la aceituna en estado temprano de maduración.
Así pues, se trata de un zumo perfecto para la introducción del aceite de oliva en personas no habituadas a su consumo. Y así evitar el rechazo que pudiese darse con otros aceites de sabor más fuerte, como es el caso del aceite picual. Por lo tanto, es perfecto para los niños/as, o bien para su exportación a otros países donde por aspectos culturales el aceite de oliva es un desconocido.
Usos del aceite arbequina
Los usos que podemos darle en la cocina son muy variados. De hecho, al tratarse de un aceite de un sabor tan delicado y suave y por lo tanto al no interferir en los sabores de los alimentos son múltiples sus combinaciones.
Por consiguiente, se utiliza para elaborar salsas o mahonesas o incluso en la repostería nos sirve como sustitutivo de la mantequilla o margarina. También, a la hora de tomar en crudo aderezando una ensalada, o tomar con tostadas, es ideal.