Seguramente cuando observamos cómo no se mezcla agua y aceite, nos habremos planteado cuál es la densidad del aceite. Y muy especialmente la del aceite de oliva, que al fin y al cabo es el aceite para cocinar referencia en nuestro país.
A simple vista, y por sentido común, ya adivinamos que es menor que la del agua ya que se queda en su superficie. Y estamos en lo cierto, ¿Pero, cómo se mide y qué valores tiene?
Densidad del aceite
La densidad del aceite depende de varios factores, se trata de una propiedad cambiante con la temperatura y del tipo de aceite observado. Así pues, cuando aumenta la temperatura y se dilata el aceite, su densidad disminuye. Y si baja la temperatura, ocurre lo contrario.
Además, el tipo de aceite también influye en su densidad. Conviene aclarar antes de nada que existen dos tipos de aceites: vegetales y minerales. Los vegetales provienen, como su nombre indica, de distintos vegetales como las olivas, coco, palma, etc.. Y cada aceite vegetal tiene una densidad diferente. Por otro lado, el aceite mineral proviene de la destilación del petroleo crudo, siendo un aceite nítido, sin color ni olor. Y también tiene distinta densidad.
¿Y cómo se mide la densidad? Para ello se utiliza una medida de peso por volumen, por ejemplo el Kilogramo/litro. Así, si tomamos la densidad del agua, que es de 1 kg/l, nos puede servir como referencia para tomar consciencia de la densidad de un elemento.
Los valores que toman las densidades de los distintos tipos de aceites vegetales y minerales a una temperatura de 20º varían entre los 0,840 y 0,960 Kg/l. Claramente comprobamos que esta densidad es distinta y menor que la del agua, motivo por el que no se mezcla y permanece en su superficie, respectivamente.
¿Y la del aceite de oliva?
Concretamente, si hablamos de aceite de oliva, su valor varía entre 0,913 y 0,916 a una temperatura de 20 º. Muy semejante al del resto de aceites vegetales.
Hasta aquí este artículo que espero haya satisfecho vuestra curiosidad, hasta la próxima publicación!

